¿Estudias para olvidar? ¿Solo estudias para luego escupirlo en el examen?
¿Te ha pasado que estudias intensamente un tema y a los pocos días parece que nunca lo viste? Esto se debe a la curva del olvido, un fenómeno que demuestra que olvidamos la información rápidamente si no la repasamos.
Es necesario que no solo se estudie en profundidad todo el temario, sino que hay que entenderlo y repasarlo. Para ello te damos tres técnicas de estudio que están probadas por la ciencia para poder retener la información a largo plazo ⏱️.
1. La Repetición Espaciada: La Clave de la Permanencia
En lugar de repasar un tema diez veces el mismo día y luego no acordarte de nada , la repetición espaciada consiste en aumentar el intervalo de tiempo entre cada sesión de repaso.
Un ejemplo de pauta de repaso sería: 10 minutos después de aprenderlo, 1 día después, 1 semana después, y 1 mes después. El objetivo es consolidar la memoria en el momento justo antes de que empieces a olvidar.
Objetivo: Trasladar la información de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo (memoria permanente) de la manera más eficiente posible. No se trata de estudiar más, sino de estudiar de forma más inteligente.
Herramientas Útiles: puedes utilizar apps como Anki o Quizlet están diseñadas para gestionar este calendario de repaso por ti y te facilitaran la organización .
2. La Recuperación Activa (Active Recall)
La mayoría de los estudiantes relee el material y subraya. Esto se llama recuperación pasiva, y es ineficaz. La recuperación activa significa forzar a tu cerebro a producir la información desde cero.
Ejemplos de recuperación activa: cierra el libro y escribe o di en voz alta lo que acabas de leer, o convertir los títulos de tus apuntes en preguntas de examen y responderlas sin consultar el material.
Si te cuesta trabajo recordar, ¡es una buena señal! Estás fortaleciendo la ruta neuronal hacia esa información.
3. La Técnica de Feynman: Si no puedes explicarlo, no lo sabes
El físico Richard Feynman popularizó este método, que es el test de conocimiento definitivo. Consiste en lo siguiente:
- Estudia: elige el concepto.
- Explica: intenta explicarlo a un niño de 10 años (o a tu mascota).
- Identifica los vacíos: cuando te atasques, sabrás exactamente lo que no sabes.
- Repasa y Simplifica: vuelve al material original y simplifica la explicación hasta que sea clara.
Si puedes explicar un tema complejo en términos sencillos, lo has dominado.